Islay, Escocia (whisky escocés)
Puede que Escocia no tenga el clima del Caribe, pero lo que le falta de sol lo compensa con carácter y mucho whisky. No hace falta que te digamos que Escocia es un tesoro para los amantes del whisky, con innumerables lugares idílicos donde acurrucarse a disfrutar de una copa. Pero sentimos especial debilidad por la salvaje isla de Islay.
Situada en las Hébridas meridionales, Islay está a dos horas y 20 minutos en ferry del continente y está habitada por algo más de 3.000 personas, con nueve destilerías, entre ellas Ardbeg, Ardnahoe, Bowmore, Bruichladdich, Bunnahabhain, Caol Ila, Kilchoman, Lagavulin y Laphroaig.
Aunque cada destilería produce una gama de whiskies, la isla de Islay es más conocida por sus expresiones turbosas y ahumadas, con Laphroaig, Lagavulin y Ardbeg, en particular, fieles a este estilo de “gran humo”.
La primera destilería registrada en la Isla fue Bowmore, fundada en 1779. La más reciente es Ardnahoe, fundada en 2018.
Destilerías clave: Ardbeg, Ardnahoe, Bowmore, Bruichladdich, Bunnahabhain, Caol Ila, Kilchoman, Lagavulin y Laphroaig.
Dónde ir: Todas las destilerías de Islay organizan recorridos, visitas y catas en distintos grados, y es factible visitarlas todas en el transcurso de unos pocos días. Aunque se ha cancelado este año, el festival Fèis Ìle (Festival de Malta y Música de Islay) se celebra todos los años en mayo y merece la pena coincidir con una visita.
Más allá del whisky, déjate llevar por el viento en las melancólicas playas de Islay, apuntala un bar en Port Ellen o disfruta de la vida salvaje en la reserva de la Real Sociedad para la Protección de las Aves, al norte de la isla.
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