Jalisco, México (Tequila)
Puede que las colinas de Jalisco sean uno de los lugares más hipnotizantes y atmosféricos del mundo, con campos polvorientos llenos de plantas de agave espigadas que se extienden para presentar un paisaje de otro mundo. Elaborado a partir de la planta del agave azul, el tequila sólo puede llamarse tequila si se produce en el estado de Jalisco, donde también se encuentra la ciudad de Tequila.
Una vez recolectados, los corazones de agave se tuestan y se maceran para producir una mezcla azucarada. Después se fermenta y se destila, un mínimo de dos veces, para producir un aguardiente alcohólico con una graduación de entre 70 y 110 grados, y se embotella con una graduación de entre 35 y 55%.
El tequila se clasifica en cinco categorías principales en función de su edad: blanco, tequila sin envejecer que ha pasado menos de dos meses en barricas de acero o roble; joven, sin envejecer como el anterior pero coloreado de oro, o mediante mezclas con tequilas más añejos; reposado, envejecido entre dos meses y un año en barricas de roble; añejo, envejecido entre uno y tres años en barricas de roble; y extra añejo, envejecido más de tres años en barricas de roble, categoría establecida en 2006.
Destilerías clave: Hay cientos de destilerías de tequila México. Algunas de las más conocidas, y que están abiertas a los visitantes, son la Destilería La Rojeña de José Cuervo, Tequila Herradura, Casa Sauza y Casa Orendain.
Dónde ir: Hay cientos de destilerías de tequila en México, y muchas están abiertas al público. Una de las más grandes y conocidas es la Destilería La Rojeña, que afirma ser la más antigua con 250 años de historia, y es también el lugar donde se produce el Tequila José Cuervo.
Casa Sauza se fundó en 1873 y ahora envía su tequila a más de 70 países de todo el mundo. Sus visitas incluyen la posibilidad de plantar tu propio agave, y la opción de hacer un recorrido en helicóptero sobre la finca.
Por su parte, Tequila Herradura destaca por su opción de tren borracho. El Expreso de Herradura te recogerá en Guadalajara y te llevará a su destilería de Amatitán, con aperitivos y cócteles a bordo, para recibirte en su destilería con la actuación de un mariachi, comida y, por supuesto, mucho tequila, y devolverte a la ciudad a tiempo para cenar.
Aunque las ruinas mayas se encuentran en el lado opuesto de la costa mexicana, las ruinas aztecas de las afueras de Ciudad de México están lo suficientemente cerca del corazón de Tequila como para que el viaje de seis horas merezca la pena, y constituye un excelente viaje por carretera.
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