La industria de las bebidas espirituosas de Estados Unidos es una potencia que cuenta con una rica historia y una gran variedad de marcas emblemáticas. Sin embargo, se aferra a un estándar obsoleto: la botella de 750 ml. Mientras que el resto del mundo, incluida la influyente Unión Europea, ha adoptado la botella de 700 ml, Estados Unidos sigue siendo un caso atípico. Esta discrepancia crea complicaciones y costos innecesarios para los productores, al tiempo que limita las opciones para los consumidores.
Es hora de que las marcas se sumen al estándar global y dejen atrás las botellas de 750 ml. La Oficina de Comercio e Impuestos sobre el Alcohol y el Tabaco (TTB) allanó el camino para este cambio a fines de 2020, al permitir la venta de bebidas espirituosas en botellas de 700 ml. Sin embargo, muchos productores dudan en hacer el cambio y continúan produciendo diferentes tamaños de botellas para diferentes mercados. Este artículo explora las razones convincentes por las que adoptar la botella de 700 ml es una ventaja para todos, tanto para los productores como para los consumidores.
Una reliquia del pasado: la historia de la botella de 750 ml
El origen de la botella de 750 ml en Estados Unidos está envuelto en una ambigüedad histórica. Algunos lo atribuyen a un intento posterior a la Prohibición de estandarizar los tamaños de las botellas, mientras que otros lo vinculan con el “quinto” (una quinta parte de un galón estadounidense), una unidad de medida popular a principios del siglo XX. Independientemente de su origen, la botella de 750 ml se convirtió en la norma en Estados Unidos, mientras que el resto del mundo adoptó gradualmente el estándar de 700 ml.
Esta divergencia ha persistido, a pesar de la globalización del mercado de bebidas espirituosas y la creciente interconexión de la industria. La decisión de 2020 de la TTB fue un paso significativo hacia la armonización, reconociendo los beneficios de alinearse con el estándar global. Sin embargo, la industria ha tardado en adaptarse y se ha aferrado a la familiar botella de 750 ml para el mercado estadounidense.
La ventaja de los 700 ml: eficiencia y ahorro de costes para los productores
Para los productores, los argumentos más convincentes para adoptar la botella de 700 ml son la eficiencia y el ahorro de costes. Mantener diferentes líneas de producción, conseguir distintos tamaños de botellas y gestionar inventarios separados para distintos mercados es una pesadilla logística. La botella de 700 ml ofrece una solución optimizada, que simplifica las operaciones y reduce los costes en varias áreas clave:
- Abastecimiento y compras: la adquisición de botellas de un único proveedor y de un único tamaño simplifica los procesos de adquisición, reduce los gastos administrativos y potencialmente permite obtener descuentos por volumen.
- Gestión de inventario: Mantener inventarios separados de botellas de 750 ml y 700 ml aumenta los costos de almacenamiento, complica el seguimiento de las existencias y aumenta el riesgo de exceso o falta de existencias. Un único tamaño de botella agiliza la gestión de inventario y reduce los costos asociados.
- Eficiencia de producción: cambiar entre distintos tamaños de botellas en las líneas de producción requiere ajustes que consumen mucho tiempo y aumenta el riesgo de errores. La estandarización en botellas de 700 ml optimiza la eficiencia de producción y reduce el tiempo de inactividad.
- Embalaje y etiquetado: El diseño y la impresión de diferentes etiquetas para distintos tamaños de botellas agrega complejidad y costos. Un único tamaño de etiqueta para un mercado global simplifica el embalaje y reduce los desechos.
- Transporte y logística: El envío de botellas de distintos tamaños suele requerir distintas configuraciones de embalaje, lo que aumenta los costes de envío y la complejidad logística. Una botella estandarizada de 700 ml simplifica el transporte y reduce los gastos de envío, en particular para los exportadores.
Estos ahorros de costos y ganancias de eficiencia pueden tener un impacto significativo en el resultado final de un productor, liberando recursos para invertir en el desarrollo de productos, marketing y otras iniciativas de crecimiento.
Más allá de la eficiencia: imagen de marca mejorada y acceso al mercado
Los beneficios de la botella de 700 ml van más allá de la eficiencia operativa. La adopción del estándar global puede mejorar la imagen de una marca y abrir puertas a nuevos mercados:
- Coherencia de marca global: Presentar una imagen de marca consistente en todos los mercados fortalece el reconocimiento de la marca y genera confianza en los consumidores. Un único tamaño de botella refuerza esta coherencia y evita confusiones entre los consumidores que viajan o compran bebidas espirituosas en el extranjero.
- Mejor acceso al mercado: Para los productores estadounidenses que buscan exportar, la botella de 700 ml es la clave para abrir nuevos mercados y expandir su alcance global. Elimina la necesidad de reenvasar o reetiquetar el producto, lo que resulta costoso y lleva mucho tiempo, para los mercados de exportación.
- Percepción de calidad: en algunos mercados, la botella de 700 ml se asocia con una imagen más premium, en particular en el caso de las bebidas espirituosas importadas. La adopción de este tamaño puede elevar el valor percibido de una marca y atraer a consumidores exigentes.
La perspectiva del consumidor: elección, valor y transparencia
Si bien los productores obtienen importantes beneficios de la botella de 700 ml, los consumidores también salen ganando.
- Mayor variedad de opciones: Un tamaño de botella estandarizado abre la puerta a una mayor variedad de bebidas espirituosas que pueden ingresar al mercado. Los consumidores tendrán acceso a una mayor selección de marcas internacionales y productos de nicho, lo que mejorará su experiencia de consumo.
- Transparencia de precios: Comparar precios entre distintas marcas y regiones resulta más fácil cuando todas las botellas son del mismo tamaño. Esta transparencia permite a los consumidores tomar decisiones de compra informadas y, potencialmente, encontrar una mejor relación calidad-precio.
- Transparencia de precios: Comparar precios entre distintas marcas y regiones resulta más fácil cuando todas las botellas son del mismo tamaño. Esta transparencia permite a los consumidores tomar decisiones de compra informadas y, potencialmente, encontrar una mejor relación calidad-precio.
Superar la inercia: abordar las preocupaciones de la industria
A pesar de las claras ventajas, algunos productores siguen dudando en adoptar la botella de 700 ml. Entre las preocupaciones más comunes se encuentran las siguientes:
- Percepción del consumidor: Algunos temen que los consumidores estadounidenses puedan percibir que la botella de 700 ml contiene menos producto, incluso si el precio se ajusta proporcionalmente. Esta preocupación se puede abordar mediante una comunicación clara y la educación del consumidor.
- Costos de embalaje y etiquetado: El rediseño de las etiquetas y el embalaje para un nuevo tamaño de botella puede suponer costes iniciales. Sin embargo, estos costes suelen compensarse con ahorros a largo plazo en producción y logística.
- Incertidumbre regulatoria: si bien la TTB permite botellas de 700 ml, algunos estados pueden tener regulaciones específicas que deben respetarse.
Estas preocupaciones son válidas, pero no deberían superar los beneficios a largo plazo de adoptar la norma global. La industria debe abordar estos desafíos de manera proactiva mediante la colaboración, la comunicación y el compromiso con la innovación.
Referencias:
- https://www.ecfr.gov/current/title-27/chapter-I/subchapter-A/part-5/subpart-K/section-5.203#p-5.203(a)(1)
- https://www.federalregister.gov/documents/2022/05/25/2022-10589/standards-of-fill-for-wine-and-distilled-spirits
- https://www.ttb.gov/regulated-commodities/beverage-alcohol/distilled-spirits/ds-labeling-home/ds-net-contents
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